PEC1 – Caminos: imaginar la investigación
La lectura del artículo «Conociendo desde dentro» del antropólogo británico Tim Ingold me ha resultado fundamental a la hora de realizar una aproximación a la cuestión inicial que se plantea en la asignatura: ¿Qué es la investigación artística?
La reflexión que adjunto a continuación me sedujo como un punto de partida eficiente a la vez que desafiante:
«La mera provisión de información no garantiza el conocimiento y menos aún la comprensión.»
Esta sentencia manifiesta la necesidad de establecer cualquier trabajo de investigación «en y a través» del arte a partir de algún propósito, aunque en principio éste únicamente obedezca a la necesidad de experimentar sobre las primeras intuiciones para luego consolidar una línea de trabajo más definida. En sus propia palabras, «Aprender a aprender» o «educar la atención», parafraseando a James Gibson (mencionado por Ingold en su artículo).
La diferenciación que realiza el autor entre «investigación» y «trabajo de campo» en la antropología creo que es perfectamente aplicable a la creación artística, y puede estar relacionada con la división conceptual entre investigación y práctica artística (aunque las fronteras entre ambas no sean nítidas en la mayoría de los casos).
SIn duda, uno de los grandes descubrimientos que he realizado en esta lectura ha sido el del concepto de«Observación participante», en el que adivino un sustrato social ineludible, ya que hace saltar por los aires la posibilidad de recorrer el proceso creativo como un narrador distanciado del objeto de estudio y de experimentación.
De alguna forma, todo apunta a que es necesario que el aprendizaje desde el arte sea «transformativo: dando forma a la manera en la que uno piensa y siente, y lo convierte a uno en una persona diferente».
La investigación artística se convierte, por lo tanto, en un dispositivo para la reflexión.
Metáfora sobre la investigación artística
El primer impulso sobre la definición de una metáfora que representara la investigación artística me llegó a través de las relaciones conceptuales y simbólicas que se pueden establecer a través de una bombilla cubierta de papel de aluminio.
En primer lugar, la importancia del «encuadre» a la hora de abordar la cuestión. Sin un punto de vista que nos ofrezca un marco de referencia sólido, las premisas y por tanto la identificación de las preguntas necesarias para encauzar nuestra investigación de forma eficiente, podrían ser erroneas.
En la metáfora, el objeto de la investigación es la bombilla:
El papel de aluminio representa a esas «otras fuerzas» con las que la esencia del arte está en continuo conflicto según Markus Gabriel («El poder del arte»), y que nos ofrecen una visión reflejada de la realidad a través de subjetividades que debemos identificar y cuestionar a la hora de significar los procesos de análisis:
De repente, reflexionando sobre esta idea metafórica de «realidad escondida» o más bien «realidad opacada», me vino a la mente el trabajo artístico de Christo & Jeanne-Claude a través de sus «wraps» (envueltos); no solo como ejemplificación de esta primera intuición propia, también como una ampliación de la cuestión situándola en el espacio y en el tiempo.
La metáfora adquiere «realidad» al contextualizarla a través del diálogo con el espacio y con el tiempo, enriqueciendo así el abordaje de la investigación con el binomio «presencia-ausencia» como cualidades intrínsecas al propio objeto:
A partir de aquí surge una reflexión sobre la que seguir investigando:
Ontológicamente, ¿qué define mejor nuestra relación con el mundo sensible?
a. La ausencia de sujetos y de objetos que nos son familiares; hecho que nos empuja hacia la veracidad que otorgamos a las ideas, a las creeencias o a los recuerdos para comprender el vacío.
b. La cohabitación con presencias tangibles de sujetos y de objetos cuyo significante y significado han sido consensuados socialmente y la tradición convierte en partes fiables sobre las que construimos «lo que nos rodea».
PEC2 – Trayectos: cartografiar la investigación artística
El abordaje de esta segunda práctica lo he realizado desde lo general a lo particular.
No me ha resultado fácil realizar una aproximación directa a la cuestión sobre qué es la investigación artística desde ella misma, más bien he tenido que alejarme para poder insertarla en un discurso que me resultara práctico, más allá de justificar una concreción a partir de los enunciados de los distintos autores y autoras a los que hemos tenido acceso a través de los distintos recursos de aprendizaje.
De hecho he tenido que comenzar haciendo una reflexión sobre ¿qué es el conocimiento?, partiendo de su acepción clásica:
«Creencias verdaderas válidamente justificadas»
Y esto me llevó de inmediato a la siguiente pregunta: ¿es validable el conocimiento inacabado (en palabras de Borgdorff) que produce el arte?
En este punto Gilles Deleuze introdujo un punto de apoyo contra la normatividad del método científico en la producción de conocimiento, al definir que existen tres saberes que producen conocimiento válido y que no son subordinables entre sí:
- La ciencia produce funciones
- La filosofía produce conceptos
- El arte produce perceptos
El arte no produce verdades, no es su cometido. De hecho mirando a través de la interdisciplinaridad, la siguiente frase de Markus Gabriel adquiere especial relevancia:
«El arte tiene múltiples usos, no es un valor en sí mismo».
MI PROPUESTA CARTOGRÁFICA
El resultado ha sido esta presentación realizada en la plataforma Prezi, mucho más extensa que la presentación entregada en video y que a nivel visual y metafórico la he basado en la pieza Vertical Foliage que Alexander Calder realizó en 1941 y que actualmente se exhibe en la sede de la Fundación Calder:
La extensión de la presentación en Prezi obedece a esa necesidad, por un lado, de clarificar el alcance de la investigación artística por un lado, y por otro lado, de entender los contextos en los que emerge la investigación artística como entidad en sí misma, independientemente de si tiene lugar dentro del arte (en un sentido amplio).
El trabajo clasificatorio realizado por Henk Borgdorff en su artículo The production of knowledge in artistic research me ha resultado clave a la hora de entender esas perspectivas en las que se consolida la investigación artística:
- Perspectiva interpretativa
- Perspectiva instrumental
- Perspectiva metodológica
Así mismo, desde un enfoque transversal a cualquier tipología de investigación artística, entender cómo se debe presentar una investigación artística en base a lo que podríamos denominar «requisitos académicos», también me ha resultado muy didáctico:
- Objeto de la investigación
- Metodología utilizada
- Contextos (Artístico y académico)
- Resultado de la misma
Digamos que este punto de partida me ha ayudado a imaginarme esa caja de herramientas desde lo general a lo particular para, a continuación, poder poner el foco en la relación sujeto-objeto en la investigación.
Aquí es donde la investigación artística basada en las artes adquiere sentido, ofreciendo un conjunto de metodologías prácticas para el desarrollo de procesos indagatorios donde el yo creador sea el punto de partida. Ha sido muy estimulante descubrir a través de Fernando Hernández en su publicación La investigación basada en las artes. Propuestas para repensar la investigación en educación, que toda la metodología que propone la ABR (o IBA en castellano), no solo supone un camino indagatorio para artistas, sino que adquiere una dimensión mucho mayor como herramienta asociada a otros ámbitos como el educativo.
Hablando en primera persona, algunas de las herramientas que se usan en la ABR y concretamente en disciplinas como la A/r/tography me han resultado muy empoderadoras:
- Autoetnografía artística
- Narración performativa
- Foto-escritura
- Ensayo visual
- Registro de memoria
Esa incidencia desde el plano enunciativo sobre la necesidad de hacer visible lo invisible, y de confrontar el yo con el nosotros para significar el contexto en el que emerge la creación artística a partir de herramientas como estas, ya dejan entrever una metodología exploratoria que se basa en transitar el proceso a través de una narratividad abierta.
A pesar de llegar a esta conclusión, me ha parecido interesante indagar sobre otros tipos de investigación a la hora de presentar una cartografía sobre la investigación artística que me pueda ser útil al recordarme el carácter abierto y complejo de la indagación artística y la necesidad de pensar en la multidisciplinaridad como vía de contextualización:
RESULTADOS DE LA COMPARATIVA
La realización de la comparativa entre la obra de dos artistas, habiendo transitado por todo el proceso de análisis anterior, me ha resultado apasionante. Creo que ejercicios de este tipo permiten nos permiten ejercitar el sentido crítico y ejercer esa perspectiva interpretativa que comentaba Borgdorff, ya que no deja de ser un proceso de investigación sobre el arte.
Para mi comparativa he escogido dos obras muy distintas entre sí, pero que poseen en común el carácter narrativo de la investigación artística llevada a cabo por ambos artistas:
Por un lado, he analizado la serie ‘Cabañas’ del artista catalán Rafa Castañer:
Y la instalación ‘unconver RECOVER’ del artista canadiense Robert Waters:
PEC3 – Arte, investigación y ciudadanía
Gracias al Seminario de investigación artística, he podido constatar que, como dice Markus Gabriel: «el arte tiene múltiples usos, no es un valor en sí mismo» (Gabriel, 2015).
He reflexionado mucho sobre estas palabras de Gabriel, precisamente para poder identificar la relevancia que posee la investigación artística como parte esencial del proceso creativo.
Ese «conocimiento inacabado» (Borgdorff 2012), que fluye desde el arte hacia la esfera social, a veces puede ser percibido como un hándicap si se piensa únicamente en el arte como producto final, como artefacto estético o se pretende crear una verdad validable o esencialista a través del mismo.
Sin embargo, gracias al enfoque metodológico que nos brindan disciplinas como la IBA (Investigación basada en las artes) o más concretamente la A/r/t/ography, se generan nuevas lecturas en torno al arte, que ponen el foco en los procesos de indagación, y que brindan una oportunidad para pensar en el arte como vehículo, más que como un fin en sí mismo, pues posee la factultad de imbricarse con otros saberes para ofrecernos maneras disitintas de percibir la realidad. Casi podríamos decir que el arte adquiere resonancias profundas a través del mestizaje, siguiendo la línea argumental que expone Rita L. Irwin al hablar de esos procesos donde se aprende, se enseña y se percibe de forma simultánea.
Rogelio López Cuenca reflexionando sobre el papel de lxs artistas comenta que «no nos encontramos en un compartimento estanco, separados y por encima de las contradicciones que atraviesan nuestras sociedades”. El contexto en el que desarrollamos nuestra labor es determinante y, lo queramos o no, todo acto humano es político:
«No hay arte que no tenga una dimensión y un uso político, sea o no esa su intención, seamos o no conscientes de ello, pero cuando su política, o sus alusiones a lo político coinciden con las del amo, cuando va en la misma dirección que la ideología dominante, que la ideología-ambiente, esa condición pasa desapercibida. Así, sólo se advierte el carácter político de aquello que discrepa, que disiente, pero insisto, el arte que a primera vista parece menos político, el que parece mera decoración o el que no aspira más que a ser un espectáculo de entretenimiento, participa activamente en lo político, aunque sea despolitizando la mirada, neutralizando la capacidad de reflexión crítica» (HR, 2015).
Ejercer el activismo desde el arte, a través de una investigación conectada con planteamientos e incluso metodologías propias de otros saberes (psicología, sociología, antropología, economía, derecho…), en realidad, no deja de ser una elección que obedece a una finalidad.
No obstante, vemos que hay artistas, comprometidos social y políticamente, como Isidro López-Aparicio que trabajan desde “un alejamiento total de la obra para que ésta pueda surgir sin otros condicionantes que los suyos propios y de la forma más coherente posible con su naturaleza” (López-Aparicio, 2017). Es decir, desde esta perspectiva, trabajaríamos desde la propia naturaleza de la obra, sin condicionarla por apriorismos que puedan determinar el resultado final antes de que el propio tema se despliegue al sumergirnos en él, dejándonos llevar por el camino que marcan sus particularidades y no por un posicionamiento previo (que no dejaría de ser un prejuicio sobre el tema).
En este sentido, también son interesantes las palabras del Colectivo Pantera Rosa: “es necesario problematizar nuestras ideas preconcebidas. Ya que toda investigación social debería ser un ejercicio de apertura a lo indeterminado” (Colectivo Pantera Rosa, 2004).
Esta forma de abordar la producción artística resulta muy adecuada si la materia prima de nuestra exploración es una problemática social concreta, donde la «observación participante» (Ingold, 2015) es decisiva para desarrollar vínculos afectivos con la comunidad y no caer en la idealización o simplificación del contexto sobre el que vamos a actuar.
Por otro lado, encontramos profesionales que abordan las problemáticas desde unas premisas concretas, como es el caso del Colectivo Iconoclasistas, que trabajan con mapas y planos cartográficos como una herramienta que permite “construir relatos críticos y colectivos, y compartir insumos para la creación de prácticas emancipatorias” (Olascoaga, 2013). Este colectivo trabaja a partir de la creación de talleres que denominan dispositivos múltiples, gestando una forma de trabajar basada en el intercambio dialógico para estimular la participación, que les permite desarrollar acciones similares en distintos lugares aplicando un esquema de trabajo colectivo.
Vemos en estos ejemplos, distintas formas de producir un conocimiento transformativo desde el arte, pero que poseen un común denominador: hacer visible lo invisible, a través de la narración activista como forma de conectar el yo con el nosotros en el espacio público.
Sin embargo, hay artistas como Núria Güell que, de alguna forma, le dan la vuelta al argumento, desde un ejercicio de honestidad presentando sus trabajos fallidos a causa de las relaciones de poder y la necesidad que tiene el arte de emerger bajo el patrocinio de instituciones economicamente dependientes, en la mayoría de los casos.
Quizá la función imaginativa sea la reivindicación más insurreccional, hoy por hoy, en la actividad artística. Mark Fisher compara el realismo capitalista con una atmósfera generalizada que afecta a las áreas de la producción cultural, la actividad político-económica y el pensamiento general: «es más fácil imaginar un fin al mundo que un fin al capitalismo», ya que este sistema tiene la capacidad de fagocitarlo todo.
En el momento en el que me encuentro respecto a la posibilidad de un arte disidente, creo que tejer afectividades de proximidad quizá sea la forma más viable de acercarse a esa transformación a nivel práctico.
Y de ahí la elección de crear un manifiesto apelando a la necesidad de introducir la investigación basada en las artes (IBA) en los centros educativos como herramienta para ilusionar a lxs alumnxs en la adquisición de saberes, a la ves que se incentiva la socialización a partir del uso de lenguajes emocionales como el dibujo:
Haciéndome eco de las palabras de Martin Heidegger acerca de que es en el lenguaje donde habita el ser, no en la realidad de las cosas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Borgdorff, Henk (2012). «The production of knowledge in artistic research». En: Biggs, Michael; Karlsson, Henrik (eds.). The Routledge Companion to Research in the Arts. Oxon: Routledge.
Colectivo Pantera Rosa (2004). “Moverse en la incertidumbre. Dudas y contradicciones de la investigación activista”. En: Revista Derive Approdi, Precarias a la deriva, Revista Posse, Colectivo Situaciones, Grupo 116, Colectivo Sin Ticket, [et al]. Nociones comunes: experiencias y ensayos entre investigación y militancia. Madrid: Traficantes de sueños, 2004. P. 191-205.
Gabriel, Markus (2020). El poder del arte. Santiago: Editorial Roneo, 2020. p. 29-41.
HR, Juan Antonio (2015). “!!!PELIGRO, ARTE!!! URGENTES PRACTICAS ARTÍSTICAS DESDE MEDIADOS DE LOS 80”. Staf Magazine. Disponible en: https://stafmagazine.com/features/rogelio-lopez-cuenca/Links to an external site.. Fecha de consulta: 26/12/2023.
Ingold, Tim (2015). «Conociendo desde dentro: reconfigurando las relaciones entre la antropología y la etnografía». Etnografías Contemporáneas. Vol. 2(2). p 218-230.
Olascoaga, Sofía (2013). Entrevista al colectivo Iconoclasistas. LatinArt. Disponible en: https://www.latinart.com/spanish/transcript.cfm?id=124. Fecha de consulta: 26/12/2023.
Debatecontribution 0en PEC 4 – Diario de proceso – Seminario de investigación artística
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